Capítulos 2 – Hermana menor, Wany Nin
Tres días después.
Dos figuras aparecieron en la montaña, enfrente de la casa.
Era la maestra, y al lado de ella, había una figura pequeña; era una niña de unos 7 años, igual a la edad de Amón, con un aura extraña a su alrededor, como si fuera mística.
“Maestra… Este lugar es mejor que el palacio, siendo una energía natural de mejor calidad”. La niña empezó a mirar todo el lugar rápidamente.
“Siéntete cómoda, te quedarás aquí los próximos años.” La maestra miró hacia la casa, pero no percibió a Amón Magest ahí, y luego de mirar a otro lado, se dio cuenta de que estaba en la bañera roja.
“Este niño, ¿quiere subir a la cuarta etapa? Supongo que no quiere pasar vergüenza en frente de su hermana menor, jejeje”.
En ese momento, la bañera empezó a hervir, y luego de unos segundos el agua estalló hacia arriba, salpicando agua por toda la zona.
“¡Sí, ya avancé a la cuarta etapa! Jajaja, la maestra no esperaría que avanzara tan rápido a la cuarta etapa”. Amón Magest se rio alegremente; luego vio a dos figuras viéndolo.
Se percató de que era la maestra y la que adivinaba era su hermana menor.
“¡Maestra! Has vuelto, ¿ella es mi hermana menor?” Amón Magest hablaba, ya feliz de que llegara su hermana menor.
Pero no se percató de que las miradas de las dos tenían unas expresiones diferentes.
La niña tenía una expresión de haber visto algo increíble, mientras que la maestra lo miraba y se reía.
“Digo, mocoso, ¿esa es la forma de recibirnos? Ponte unos pantalones rápido.”
“¿Eh?” Amón Magest miró hacia abajo y se dio cuenta de que estaba completamente desnudo.
“¡Ah!”
Rápidamente tomó un paño que había preparado de antemano para después de salir, y se tapó rápidamente.
Con rostro serio, miró a las dos personas y dijo: “Aquí no ha pasado nada, por favor, no lo cuenten al mundo exterior, tengo una reputación que mantener, vuelvo en un momento”. Luego de eso, Amón Magest corrió rápidamente a la casa a ponerse ropa.
La maestra se quedó mirando la casa, y sonrió algo extrañada.
‘¿Reputación? Mocoso, apenas has visto gente.’
Al salir se presentaron y Amón Magest quedó impresionado por su hermana menor; vestía con ropa elegante, su cabello dorado junto a su aura mística la hacía parecer una inmortal.
La maestra los presentó: “Amón, esta es tu hermana menor, Wany Nin”.
Luego miró a Wany Nin y le dijo: “Pequeña, este niño es tu hermano mayor, Amón Magest; aprenderán juntos aquí”.
“Wao, hermana menor, me impresionas, tu presencia es increíble; si no supiera, podría pensar que eres una inmortal”.
Amón Magest le daba cumplidos a Wany Nin, y extendió su mano para estrecharla.
Pero Wany Nin no tenía intención de hacer lo mismo; se limitó a responder: “Por respeto a la maestra, te digo que no toco a los mortales comunes; nuestra existencia no está a la par, espero entiendas”.
Amón Magest quedó de piedra, luego se rió fuertemente.
“Jajaja, hermana menor, sí que eres graciosa; sin duda un Dios Marcial tiene su ego grande. No importa, ven, te daré un paseo por el lugar”.
“¿Ego grande? Te lo dije amablemente, no estamos en el mismo nivel, mi futuro es llegar a la cima del mundo”.
“Oh, ¿entonces eres muy fuerte? ¿Nunca has escuchado el dicho de que siempre hay alguien más fuerte que tú?”
Amón Magest dejaba de sonreír poco a poco, y el ambiente natural cambiaba como si también estuvieran con ganas de desafiar a Wany Nin.
Wany Nin no se daba cuenta de los cambios, solo miraba a su hermano mayor mientras respondía: “¿Ese dicho? Ese dicho es para los débiles”.
La maestra miraba a los niños discutir y sonreía, pensando: ‘Interesante, un dios marcial siendo arrogante y menospreciando al mocoso, esto sí que es un gran comienzo’.
Amón Magest, de repente sonrió, y mientras se acercaba a su hermana menor, le tocó la cabeza como algo natural de un hermano mayor y le dijo sonriendo: “Justamente, ese dicho te queda bien, porque aquí eres la más débil, hermana menor”.
La maestra quedó sorprendida, como si el programa estuviera mejorando cada vez más.
“¿Débil? ¿Yo? ¿Quieres morir?” Wany Nin le quitó la mano de su cabeza y le dijo: “Prepárate para luchar, quiero aplastarte ahora”.
“Je… El alto y poderoso Dios Marcial quiere luchar contra mí, es un honor, pero… No quiero lastimar a mi hermana menor, ni herir tu orgullo, así que hagamos esto: lucharé solo con una mano”.
Amón Magest se alejó a una distancia normal para empezar a luchar.
“¿Me… menosprecias?” Wany Nin poseía un aura mística que se intensificaba a su alrededor; esta aura normalmente infundiría temor y respeto a sus presentes, pero no parecía tener ningún efecto en su hermano mayor.
“¡Muere!” Wany Nin avanzó para atacar a Amón Magest.
Al acercarse, Amón Magest solo se movió a un lado y le puso un pie abajo, haciendo que Wany Nin tropezara y cayera.
Al verla en el suelo, solo sonrió y dijo: “Parece que ni siquiera era necesario usar las manos”.
Wany Nin se levantó y, sin decir nada, empezó a atacar frenéticamente.
Amón Magest solo evadía y casualmente se burlaba de ella.
“Eh… Qué gran Dios Marcial, incluso tiene cuidado de no golpearme».
“¡Humilde mortal, te aplastaré!” Wany Nin dio sus mejores ataques, pero no parecían tener efecto alguno.
La maestra miraba la lucha de los dos niños mientras se sentaba a beber té.
‘Este mocoso en verdad no le gusta que nadie se haga el arrogante en su presencia; bueno, al menos me ayuda a cambiar la actitud de Wany Nin. La arrogancia y el egocentrismo muchas veces son malos’.
Wany Nin no soportaba más y le dijo fríamente: “Te aplastaré, solo tienes ventaja porque has practicado aquí más tiempo que yo, y eres más grande que yo; solo usas tu ventaja contra mí”.
“¿Entonces me estás diciendo que holgazaneaste en tu palacio y no practicabas? ¿Qué soy más grande que tú? Bueno, si crees que unas semanas o meses hacen mucha diferencia. ¿Culpas exactamente a quién por tu falta de habilidades? Qué gran Dios Marcial, supongo que están muy sobrevalorados… Siendo arrogante en frente de tu maestra y de tu hermano mayor, no eres digna”. Amón Magest la atacó sin piedad.
“Maldito, un día cercano te aplastaré bajo mis pies… Eres solo un humilde mortal, te aplastaré y te enviaré con tus padres, y les diré que eduquen mejor a sus hijos, porque un humilde se atrevió a molestar a un Dios Marcial”. Wany Nin estaba molesta.
Amón Magest se movió enseguida.
Wany Nin no pudo defenderse, y fue sometida rápidamente, al siguiente segundo…
¡Pá!
Wany Nin abrió los ojos como nunca, y miró a Amón Magest que seguía encima de ella.
“Tú… me… me… ¿Me diste una nalgada?”
¡Pá!
¡Pá!
“No una, sino 3, y si no te disculpas, seguiré dándote más”. Amón Magest la miró fríamente.
“Tú…” Wany Nin no lo creía: un niño de su edad la venció, no, la aplastó en un combate y de paso le dio nalgadas.
¡Pá!
“Tú disculpa, quiero que te disculpes por lo que acabas de decir de mi familia, y quiero que te disculpes con la maestra y conmigo por ser tan arrogante y egocéntrica cuando te recibimos con calidez”.
“¡Quítate de encima! “Soy un Dios Ma-” No terminó de decir antes de que sonara otro golpe.
¡Pá!
“Seguiré, hasta que lo hagas”. Amón Magest se sentó encima de Wany Nin.
“¿Cómo te atreves?” Wany Nin miró a la maestra, pero ella estaba tomando té con tranquilidad, como si no hubiera nada que la perturbe.
Wany Nin entendió que la maestra no se metería aquí.
¡Pá!
“¡Ya basta!”
¡Pá!
“Tú…”
¡Pá!
Tras unos minutos de continuos lamentos y nalgadas educacionales…
“¡Lo siento!” Wany Nin no pudo resistir más; con lágrimas en sus ojos, solo pudo decirlo.
“¡Lo siento por decir eso sobre tu familia, y lo siento por ser arrogante con ustedes, ¡lo siento!”
“Excelente, hermana menor, has progresado ya, felicidades”. Amón Magest felicita a su Wany Nin.
¡Pá!
“¡¿Por qué me pegaste si ya dije que lo sentía?!” Wany Nin gritó.
“Oh, perdón, me acostumbré.” Amón Magest sonrió y se levantó de encima de Wany Nin.
Wany Nin miraba fríamente a su hermano mayor con furia.
“Te aplastaré en un tiempo cercano; en ese momento tú serás quien me pida perdón”.
“Bueno, ojalá ese día llegue pronto; significaría que ya no serías la más débil de aquí”. Amón Magest le sonrió y llamó a la maestra.
“¡Maestra! Ya mi hermana menor y yo nos conocimos mejor. Puede llevarla a su habitación; iré a buscar algo”.
Amón Magest salió corriendo al bosque.
La maestra se acercó a Wany Nin.
“Niña, has conocido la fuerza de tu hermano mayor, ¿no?”
Wany Nin apretó los dientes.
“Solo porque ha pasado más tiempo aquí, mi talento sin duda es superior y lo superaré en poco tiempo”.
“Bueno… Si hablamos estrictamente de talentos marciales, sin duda eres la más grande en ese aspecto, pero… ¿Por qué crees que fue injusta para ti esta pelea?”
La maestra la guió a su habitación mientras hablaba.
“Él tiene más tiempo entrenando aquí, y tiene más acceso a sus enseñanzas; naturalmente es mejor por los momentos”. Wany Nin decía mientras cargaba su maleta.
La maestra la miró, y sonrió mientras habló: “Digo, niña. ¿Esas son tus bases? Te diré que ese mocoso tiene un talento de los mejores en este mundo, pero por debajo de un Dios Marcial, y aun así se las arregló para vencer a un Dios Marcial de su misma edad, y no te ganó por poco. Si buscas un compañero de entrenamiento, en este mundo nadie será mejor que él”.
Wany Nin se quedó quieta, procesando lo que le dijo la maestra.
“Entonces… Él…”
“El tiempo que ha estado aquí entrenando conmigo naturalmente le dio ventaja. Como dije, tú estás por encima de él en talento marcial. Pero solo eso, en talento marcial, será mejor que prestes atención en tu hermano mayor; su talento en general no está para nada por debajo de ti”.
La maestra estaba por cerrar la puerta de la habitación cuando dijo antes de irse: “Entrenar aquí unos años te hará crecer a pasos agigantados, a ambos. Tu hermano mayor pudo parecer malo, pero lo hizo por tu bien; siempre se emocionaba y preguntaba por ti antes de que vinieras”.
Cerró la puerta y solo se escuchó un: “Mañana empezaremos el entrenamiento.” Antes de desaparecer.
Wany Nin se quedó mirando la puerta, pensativa.
Toc… Toc…
“Puede pasar, maestra”. Wany Nin pensó que era la maestra.
Se abrió la puerta y vio que era Amón Magest.
“Hola, hermana menor, ya te has instalado, bien». Amón sacó un frasco de su espalda y dijo: «Oh, toma esta crema, es medicinal y sirve para aliviar y curar la piel golpeada”.
La dejó en la mesa y se despidió.
“Bueno, hermana menor, nos vemos más tarde cuando vayamos a cenar; me retiro”. Con eso salió de la habitación de Wany Nin rápidamente; creía que seguía un poco molesta.